El sábado 30 de enero en Santa Maria de Martorelles (Barcelona), un ciudadano falleció víctima del disparo de un cazador mientras recogía piñas en el bosque. El mismo día, en otra cacería que se efectuaba en Massanes (Girona), un ciclista recibía un disparo en la pierna por el que tuvo que ser ingresado urgentemente en un centro hospitalario.
Ante estos hechos Ong ADDA, notificaba el envío de un escrito al Conseller de Territori i Sostenibilitat, solicitándole: detener inmediatamente las batidas de caza de jabalís, mientras no se revisen los protocolos que actualmente se autorizan y se realice un estudio detallado sobre esta problemática.
Una vez más, ambos casos son dos claros ejemplos de las innumerables víctimas “colaterales” de la actividad cinegética, que implican una falta intolerable de seguridad de los ciudadanos para poder disfrutar de la naturaleza. La caza de jabalís, tal y como se está desarrollando, demuestra que merece un amplio debate en el que tendrían que poder participar todos los sectores implicados.
Ong ADDA -Enero 2021