Barcelona. Febrero/Marzo 2008.- La defensa de los animales es un valor moral que cada vez influye más en muchos aspectos ciudadanos que tienen en cuenta y rechazan el maltrato hacia ellos. Así lo demuestra el número creciente de actividades y actos de protesta que en los últimos meses se han estado convocando y realizando en el ámbito de nuestra geografía.

Cataluña.- Las entidades de defensa y protección se unieron en una manifestación, el 23 de febrero 2008, que consiguió reunir alrededor de 1500 personas. Tenía como objetivo el cumplimiento de la Ley catalana de protección de los animales y protestar contra la moratoria concedida a muchos ayuntamientos para puedan seguir sacrificando los animales abandonados en los refugios y centros de acogida. Hay que tener presente que a pesar de los años transcurridos desde que se aprobó la primera ley en Cataluña (1988), cada año se siguen abandonando alrededor de 28.000 perros y gatos.

La caza ha sido otro de lo detonantes que ha motivado que el pasado día 1 de marzo 2008 se convocara Libera!- una manifestación como réplica a la manifestación convocada ese mismo día en Madrid por los cazadores en un intento de conservar la munición de perdigones de plomo, causante del plumbismo (saturnismo), enfermedad por contaminación de plomo, con desastrosos resultados para el medio ambiente y para humanos y animales . El colectivo de los cazadores incide, además de la contaminación del medio ambiente, en la matanza de muchas especies de animales y en el abandono de muchos perros, tal y como constatan las numerosas protectoras de nuestra geografía que son quienes tienen que acoger y hacerse cargo de este grave problema.

Castilla- La Mancha.- Un militante el PP, integrante de la candidatura de ese partido a la alcaldía en Talavera (Toledo), ha sido denunciado y expulsado de su partido por matar gatos y dejarse fotografiar sonriente con varios gatos muertos entre sus manos.

Gracias a la movilización de los defensores de los animales a través de red, cada vez es más difícil que estas acciones de crueldad y maltrato hacia los animales pasen desapercibida para la opinión pública. Esta sintonía creciente y mayoritaria debe concienciar a nuestros representantes políticos a fin de que la asuman plenamente junto con la defensa del medio ambiente.