Diversas ciudades británicas han decidido crear jardines silvestres en el techo de las paradas de autobús para atraer abejas y mariposas, con el objetivo de combatir el dramático declive que sufren las poblaciones de polinizadores en el planeta y a la vez, para que actúen como un "oasis de biodiversidad" en plena ciudad.
Se las conoce popularmente como las "bus bee stops". El techo de las marquesinas de estas paradas se ha convertido en un jardín silvestre, donde crecerán flores silvestres autóctonas, con algunas plantas sedum, que son fuente de alimento y un hábitat ideal para muchos insectos polinizadores.
Esta actuación va en sintonía con la que emprenden muchas ciudades en el mundo para dejar de cortar las ‘malas hierbas’ bajo los árboles o en solares aislados, puesto que, en realidad, esas plantas silvestres cumplen una función importantísima en la supervivencia de los insectos. Dado que muchos de estos animales son polinizadores, y de ellos depende la continuidad de los cultivos, proteger a los insectos se está convirtiendo en una prioridad mundial.
Al mismo tiempo las "bus bee stops" son una buena medida para luchar contra el efecto ‘isla de calor’ que sufren las ciudades durante los veranos cada vez tórridos. Esto es precisamente, lo que aconsejan todos los científicos para conseguir un mayor bienestar a todos los habitantes de las urbes.
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Fuente de información: El Periódico.
Imagen: Clear Channel
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