Los animales obligados a trabajar en circos ambulantes son constantemente desplazados de un sitio a otro. Largos recorridos, cambios de temperatura y clima resultan altamente perjudiciales para su salud ya que son expuestos a constantes cambios de clima.

TRANSPORTE

Son transportados y viven permanentemente en pequeños compartimentos que son simples jaulas de barrotes incapaces de proporcionar un mínimo de confort a los animales.

Durante los meses que no actúan y los circos no se desplazan, los animales pueden pasar semanas e incluso meses encadenados o enjaulados sin apenas posibilidad de movimiento.

Los animales de los circos presentan síntomas de aburrimiento y frustración, provocados por las innumerables horas de aislamiento y soledad en deplorables instalaciones. Se pueden observar comportamientos estereotipados en los animales cómo el balanceo constante de los elefantes, automutilación, golpes con la cabeza.

Durante las Épocas de descanso, los circos también aprovechan para entrenar nuevos números con los animales. El entrenamiento trata de conseguir el absoluto dominio sobre el animal.

ESPECTÁCULO

El espectáculo del circo es un entretenimiento en sí mismo pero no precisa ni se justifica la utilización de animales que son sometidos a la humillación y el ridículo.

Los animales son forzados a realizar un sinfín de actividades antinaturales y nada comunes en su hábitat natural. Estas imágenes son precisamente las que el público preferentemente infantil retiene en su memoria deformando su proceso educativo hacia un respeto a los animales.

Los circos merecen nuestro mayor respeto, pero sin animales

Fuente: ADDA