La Unión Europea, finalmente, ha confirmado su decisión de rebajar el nivel de protección del lobo, tras el acuerdo mayoritario de los Estados Miembros.
El pasado 25 de septiembre, 21 de los 27 países que integran la Unión Europea votaron a favor de la propuesta de la UE para rebajar el estatus de protección del lobo, en virtud del Convenio de Berna (instituido en 1979). España e Irlanda se posicionaron en contra, mientras que Bélgica, Chipre, Eslovenia y Malta optaron por la abstención. El último paso que ahora queda por tramitar está previsto para el mes de diciembre, cuando la Comisión Europea presente la propuesta al Comité Permanente del Convenio de Berna que será votado a favor por la UE como bloque unificado.
La aceptación de esta propuesta conlleva que el lobo deje de ser una especie “estrictamente protegida” para ser una especie “protegida”. Según el Convenio de Berna relativo a la Conservación de la Vida Silvestre y del Medio Natural en Europa y la Directiva de Hábitats de la UE, si una especie está clasificada de “estrictamente protegida” su caza está prohibida, mientras que si está “protegida” se puede autorizar su caza teniendo en cuenta la conservación de sus poblaciones.
Los Estados miembros no han querido escuchar el clamor de una coalición integrada por más de 300 entidades ecologistas y de defensa de los animales, entre ellas ADDA, que les instaban a rechazar la proposición de la Comisión Europea. Degradar la protección del lobo representa un revés importante que socava los avances logrados para su conservación en las últimas décadas. Un emblemático animal que fue, prácticamente, erradicado en gran parte del territorio europeo, tras largos años de capturas continuadas.
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Ong ADDA -septiembre 2024